Orris del Turon d’Ars
Estas construcciones en piedra seca (es decir que no utilizan cemento), son un hábitat estacional y, el símbolo de la vida de los antiguos pastores. Desde el final del neolítico hace unos 5.000 años, había una actividad pastoral en los Pirineos que se fue desarrollando hasta mediados del siglo XIX, momento en que se produjo una deforestación máxima que comportó una verdadera catástrofe ecológica.
Rebaños de miles de cabezas, subían durante el verano a la alta montaña y los pastores vivían y se resguardaban en estas construcciones básicas.
Orris de Tignalbu
En Tignalbu, como en un pequeño poblado se juntan más de una veintena de orris.
Durante el siglo XX comenzó un éxodo rural a las grandes ciudades y la utilización de estas construcciones es ahora tan sólo un vestigio de tiempos pasados.
Los orris se levantaban tanto en propiedades familiares como en terrenos comunales, y podían ser utilizados de forma individual o colectiva. La intensa explotación intensiva de los pastos de verano, creó una verdadera red de caminos ganaderos, que llegaban hasta las crestas fronterizas.
La duración de la temporada en los pastos de montaña, la longitud y extensión de las rutas pastorales hicieron necesarias estas construcciones funcionales y de aspecto arcaico.
Orris de Tignalbu
En la zona del Ariège, hasta la guerra del 1914, una parte de la familia vivía en verano, mientras la otra se ocupaba en el valle de los trabajos en el campo y en los prados. 1 ó 2 miembros de la familia subían al orri para vigilar el ganado. En ocasiones toda la familia subía al orri creándose durante los meses de verano, una auténtica civilización pastoril de alta montaña.
Actualmente hay más de 150 restos de orris en el Haut-Vicdessos que fueron muy utilizados hasta los años 40, entre los 1300 y los 2400 m de altura. Aún se utilizaban y mantenían algunos hasta los años 50. El de Carla junto al lago del Soulcem fue el último que se utilizó el 1968.
Hoy en día los rebaños se dejan solos en los pastos de montaña. El pastor tan sólo viene a verlos una o dos veces por semana. El orri se ha convertido en refugio en caso de mal tiempo y para almacenar la sal y los medicamentos para los rebaños.
La etimología del nombre podría venir del latín “horreum” granero, o de “hortus” jardín. Los orris se nombraban en la Edad Media con los términos «horréum», «orréum», «orrée». En occitano el verbo “orriar” tomó el significado de ir a la montaña.
Los orris son las llamadas construcciones de pila de carga, o losas de piedra seca con ménsulas que constituyen un ligero desplazamiento de cursos sucesivos y concéntricos.
Tan solo se equilibran apilando los que los cubren a medida que avanzan. Este proceso tenía la ventaja de poder interrumpir y reemprender la construcción en cualquier momento. La realización práctica parece sencilla, pero tenemos que tener en cuenta la medida de las losas utilizadas para la cubierta (en ocasiones de 1 metro cuadrado, y un espesor de 20 cm). En la construcción no se utilizó ni cemento ni aglutinante, si no tan sólo piedras de esquisto y granito. La losa que remataba el orri en forma de volta, estaba cubierta con terrones de gispet que es una hierba que favorece la estanquidad. Los orris podían tener una envergadura de 2 por 2,50 o 3 metros y en donde difícilmente podías ponerte en pie.
Marcas de pastores
Orris de la Coume
El orri estaba rodeado de otros refugios más pequeños para los diferentes animales que rodeaban a los pastores: gallinas, cerdos y perros.
El orri de habitación está construido en el talud, sobre una plataforma aplanada a partir de una roca de soporte. Se distingue por la presencia de una puerta de entrada donde unas piedras planas sirven de asiento. La estrecha entrada, habitualmente está orientada al sur. La altura de la puerta de madera raramente supera los 1,70 m y una anchura de 50 a 80 cm. Su forma general es circular, con paredes muy gruesas (al menos 1 metro) de bloques de granito o esquisto. En el interior hay unos nichos equipados en las paredes, que se utilizaban para almacenar material básico para cocinar y hacer quesos.
Orris del Turon d’Ars
Su forma general es circular, con paredes muy gruesas (al menos 1 metro) de bloques de granito o esquisto. En el interior hay unos nichos equipados en las paredes, que se utilizaban para almacenar material básico para cocinar y hacer quesos.
Envuelto en tan sólo una manta, el pastor dormía sobre terrones de hierba, musgo y hojas que le permitían dormir sin tener que desnudarse durante 4 o 5 meses. Dentro podían hacer fuego y el humo salía por un agujero hecho en la pared que actuaba como chimenea sobre un hogar delimitado por dos rocas yuxtapuestas.
Fuentes consultadas:
http://auzatvicdessos.free.fr/orry.htm
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